Todas las máquinas fueron revisadas y puestas a punto por el equipo de Abeko antes de su envío. A continuación, se cargaron cuidadosamente desde nuestro muelle de Beverwijk en un buque oceánico, con destino a trabajos en alta mar a bordo de un remolcador de roca. Gracias a nuestras propias grúas, a operadores experimentados y a una planificación muy bien organizada, la carga se realizó de forma rápida y segura, cumpliendo plenamente los requisitos del cliente de alta mar.